MANTENIMIENTO DE JARDINES
Todos los trabajos de mantenimiento y conservación requieren una importante dedicación y profesionalidad, por esta razón se describirán en los siguientes capítulos las técnicas necesarias para desarrollar las labores básicas, generales y específicas que son necesarias para potenciar el valor ornamental, paisajístico y medicinal de todo tipo de áreas ajardinadas.
En este contexto, entenderemos como tareas básicas aquellas que son fundamentales y que afectan, sobre todo, a la fisionomía y al aspecto mismo de los jardines y zonas verdes, de tal manera que si se han ejecutado deficientemente causan un deterioro visual inmediato y de fácil apreciación por parte de sus usuarios y usuarias.
Si las personas que disfrutan de un jardín observan restos de papeles, hojas, plantas adventicias fuera de lugar o suelos agrietados, estimarán que el nivel de calidad de conservación es bajo, aunque el resto de las labores más técnicas (podas, riegos, abonados, etc.) estén debidamente atendidas y realizadas. Así, las operaciones denominadas básicas de mantenimiento, las cuales se caracterizan, además, por realizarse con una frecuencia casi diaria, y que se consideran en el presente capítulo son: la gestión de los residuos, tratamientos de suelos y manejo de hierbas adventicias.